Especial San Valentín
0 (0)

¡Haz clic para puntuar esta entrada!
(Votos: 0 Promedio: 0)

En un mundo en el que vamos a contrarreloj, cada vez se aprecia más el poder compartir ratitos de placer y bienestar con esa persona especial así que os he preparado un Especial San Valentín, por si se os acaban las ideas para pasar ese día o cualquiera del año en un lugar único con vuestra pareja.

Yendo en contra de mí espíritu wanderlust que me impide estar más de 1 hora entre cuatro paredes, os voy a hablar de un sitio muy especial que hizo romper la norma. Y os digo más, yo no soy muy fan de celebrar estos días señalados transformados en reclamos comerciales…prefiero celebrar lo que me apetece, cuando me parece. ¡Llamadme rebelde..!

Así que os voy a contar mi “San Valentín” del año pasado, que en este caso, mi calendario lo marcó en Marzo. El destino elegido: Lleida. El lugar elegido: Hotel Nastasi.

A simple vista puede ser un plan poco original pero os aseguro que visitar este hotel es toda una experiencia inolvidable, de donde saldréis mucho más relajados y enamorados.

El hotel se ubica en la zona noroeste de la ciudad, muy fácil de llegar por carretera. Lo visualizaréis fácilmente por el gran molino que tienen en la fachada. No tendréis problemas para aparcar ya que el hotel cuenta con parking exterior gratuito. Para los que preferís el tren, la estación de AVE se encuentra muy cercana al lugar.

Nada más entrar, el hall, a pesar de altura y colorido, trasmite mucha calidez y confort. La Recepción está ambientada con una chimenea ficticia, que te hace sentir como en casa en un día de invierno. Pero lo que más me gusto sin duda fue el recibimiento con dos riquísimos mohitos!

Teníamos una Suite VIP en la azotea, donde nos acompañó una chica que muy amablemente nos explicó el funcionamiento del SPA y el resto de servicios del hotel. Nos dejó la lave puesta para que nosotros mismo entráramos y se marchó. Lo que descubrimos al abrir la puerta, fue un espectáculo para los sentidos.

Estaba la luz apagada y toda la estancia se iluminaba mediante velas repartidas alrededor del yacussi y el resto de la habitación. Además el yacussi tenía los grifos abiertos por lo que ese sonido hacía volar tu imaginación hacía una cascada de algún hermoso lugar. ¡Sin palabras!

Además de un yacussi inmenso, la habitación contaba con Sauna, equipo de música, televisión, cafetera, etc…todo de última generación. La mesa, el sofá y la cama estaban cubiertos por pétalos rojos que además en el centro de la cama terminaban en  forma de corazón, y junto a él, una caja de bombones y gominolas! Todo un detallazo…

Así que no nos quedaba más remedio que relajarnos en nuestra Suite VIP con nuestros mohitos en mano…

A la hora de cenar bajamos a uno de los restaurantes del hotel donde teníamos reservada una mesa. El ambiente era súper acogedor. El salón parecía una cueva y desprendía una luz tenue. Nuestra mesa estaba junto al  escenario donde pudimos disfrutar muy de cerca de música en directo, a lo Joaquín Sabina. La verdad que las chicas cantaban fenomenal!

La cena contaba con un primer y segundo plato a elegir entre carne o pescado, además de una mariscada gigante que ni siquiera nos pudimos terminar…¡una pena la verdad! Pero lo mejor fue el postre. Un surtido con varios dulces, frutas y chocolate, con una decoración muy romántica!

La visita al SPA fue un tanto especial, ya que al ir a última hora estaba vacío y pudimos disfrutar de las diferentes estancias de aguas para nosotros solos, con una música relajante de fondo… todo bajo la luz de la luna que traspasaba las cristaleras…

A la mañana siguiente despertamos y tachan! Llamaron a la puerta para hacernos entrega de nuestro desayuno, el cual tampoco pudimos terminar…Pastas, frutas, zumos, leche, café, mantequilla, mermelada,….en fin, ¡comprobarlo vosotros mismos!

Hacía tiempo que no me traían el desayuno a la cama…claro ejemplo de que el hotel Nastasi hace tus deseos realidad.

Después de nuestro magnifico desayuno y otro ratito de Sauna y Jacuzzi… volvimos al Spa del hotel para disfrutar de un maravilloso masaje.

Al entrar en el Spa nos recibió Arancha muy amablemente, nos acomodó en una sala de estilo árabe, donde bajo una música de auténtico relax podías leer cómodamente mientras esperabas tu turno para el masaje. Durante tu espera tienes opción de tomarte té árabe o limonada hecho por ellos mismos, acompañado de gominolas. Nuevamente estuvieron muy atentos con nosotros.

Ya llegó nuestro turno para el masaje y aún como la expectación por recibirlo, nos dio pena abandonar aquella estancia tan relajante…

Tenían bastante variedad de tratamientos, pero nos decantamos por un masaje especial para parejas en una cabina doble, con aceites esenciales a ¡4 manos! Elegimos aceite esencial de canela y los 30 minutos que duraba el masaje se pasaron volando. Terminamos tan relajados que no podíamos ni levantarnos de las camillas…

Después del masaje ya nos quedaba poquito tiempo para volver a Barcelona, así que subimos a cambiarnos para dejar nuestra Suite VIP.

¡Ooooooooohhhhhhhh!

Por último para recargar energía antes de coger el coche, nos ofrecieron un tapeo con productos de la zona, 100% catalán. Todo buenísimo y acabamos súper llenos. Tenía tanta hambre después del masaje que se me paso hacer foto, sorry!

Llegó la hora de hacer el check-out, con todo el dolor de mi corazón. Nos despidió el director, que en todo momento estuvo súper atento, preocupándose como había estado nuestra estancia… y haciéndome entrega de una pequeña bolsa que contenía dos botellas de agua para el camino, chupachús y una carta donde te explicaban que habíamos significado para ellos.

Conclusión: Mi gen wanderlust, siempre hambriento de experiencias, normalmente solo me deja ir al hotel a dormir y pegarme una ducha, pero en esta ocasión la experiencia la viví 100% dentro del hotel y no defraudó.

El hotel Nastasi, es un hotel temático, por su diversidad de estancias y heterogénea decoración. El personal encantador, se adapta a tus necesidades esforzándose al máximo por sorprenderte a casa segundo, a la vez que te hacen sentir como en casa. Un regalo para los sentidos a cada paso.

Mi estancia no superó las 24 horas y tuve la sensación que había estado una semana en el hotel. Salí totalmente renovada y como no…con tanto detalle romántico, enamorada!

Tenéis más fotos e información sobre el hotel en el enlace Hotel Nastasi, una opción fantástica para sorprender a tu pareja, cualquier día del año.

¡¡¡Feliz San Valentín!!!

¡Haz clic para puntuar esta entrada!
(Votos: 0 Promedio: 0)

Deja una respuesta