Hacía tiempo que no me traían el desayuno a la cama…claro ejemplo de que el hotel Nastasi hace tus deseos realidad.
Después de nuestro magnifico desayuno y otro ratito de Sauna y Jacuzzi… volvimos al Spa del hotel para disfrutar de un maravilloso masaje.
Al entrar en el Spa nos recibió Arancha muy amablemente, nos acomodó en una sala de estilo árabe, donde bajo una música de auténtico relax podías leer cómodamente mientras esperabas tu turno para el masaje. Durante tu espera tienes opción de tomarte té árabe o limonada hecho por ellos mismos, acompañado de gominolas. Nuevamente estuvieron muy atentos con nosotros.
Ya llegó nuestro turno para el masaje y aún como la expectación por recibirlo, nos dio pena abandonar aquella estancia tan relajante…
Tenían bastante variedad de tratamientos, pero nos decantamos por un masaje especial para parejas en una cabina doble, con aceites esenciales a ¡4 manos! Elegimos aceite esencial de canela y los 30 minutos que duraba el masaje se pasaron volando. Terminamos tan relajados que no podíamos ni levantarnos de las camillas…
Después del masaje ya nos quedaba poquito tiempo para volver a Barcelona, así que subimos a cambiarnos para dejar nuestra Suite VIP.
¡Ooooooooohhhhhhhh!
Por último para recargar energía antes de coger el coche, nos ofrecieron un tapeo con productos de la zona, 100% catalán. Todo buenísimo y acabamos súper llenos. Tenía tanta hambre después del masaje que se me paso hacer foto, sorry!
Llegó la hora de hacer el check-out, con todo el dolor de mi corazón. Nos despidió el director, que en todo momento estuvo súper atento, preocupándose como había estado nuestra estancia… y haciéndome entrega de una pequeña bolsa que contenía dos botellas de agua para el camino, chupachús y una carta donde te explicaban que habíamos significado para ellos.