Es el lugar desde dónde Abraham estuvo a punto de sacrificar a su hijo Isaac por orden de dios. El islam coincide con esta versión, pero en lugar de Isaac, dice que al que estuvo a punto de sacrificar fue a su primogénito Ismael. Al oeste de la explanada se encuentra el Muro de las lamentaciones o Western Wall que es la única parte que queda del templo que construyeron los judíos y que hoy en día es el lugar más sagrado para esta religión y hasta dónde miles de judíos peregrinan para hacer sus plegarias.