El Mar Muerto, en realidad no es un mar si no un lago salado. Un lago el cual no tiene ninguna salida de agua y esto hace que acumule todos los minerales que recibe.
Se encuentra a 435 metros bajo el nivel del mar y tiene una salinidad y densidad muy alta y esto hace que no tengas que hacer nada de esfuerzo para flotar. Hay que tener mucho cuidado en el contacto con el agua, a mí me cayó una gota de agua en el ojo y ¡creía que me quedaba ciega! Además, después de venir de Wadi Mujib tenía varias heridas en las rodillas y al contacto con el agua irritaban bastante.
La visita al Mar Muerto la dejamos para para lo último del día y fue la opción más acertada ya que después de la actividad en Wadi Mujib es lo mejor para relajarte y el atardecer, es de los más bonitos que he visto nunca. Aunque cada atardecer en Jordania fue especial, creo que este está en el número 1 seguido del atardecer en el desierto de Wadi Rum.